El pasado domingo, 25 de septiembre, ATRESplayer Premium estrenaba ‘La novia gitana’ una de las ficciones en las que la plataforma más confía. Como prueba es que, tres días después de lanzarla en el pago, Antena 3 apostaba por ella para emitir su primer capítulo en abierto.
Pero no es la decisión de estrenarla de forma gratuita la que demuestra la confianza en el producto, sino el día en el que la programaron: el miércoles en prime time. La misma noche en la que Telecinco lidera con ‘La isla de las tentaciones’, escogieron la serie para hacerle frente. Gigante contra gigante.
Y es que ‘La novia gitana’ tiene todos los ingredientes para triunfar, para enamorar al público e incluso a la crítica. Es de esas “novias” que a cualquier cadena le gustaría tener:
Una historia con la que si te comprometes, ya no puedes separarte
Los ocho capítulos de la serie siguen a Elena Blanco, una inspectora de homicidios de la Brigada de Análisis de Casos (BAC) que busca al culpable del asesinato de “la novia gitana”. O eso parece en un principio, hasta que empieza a vislumbrarse que podría tratarse de un asesino en serie de “novias gitanas”.
Así arranca un thriller policíaco en el que no faltan ingredientes macabros en las escenas del crimen, referencias simbólicas, ni rituales repetidos en varias de ellas, como sello del autor. Y tampoco faltan posibles culpables e inocentes encerrados.
El cluedo está servido en una historia que sabe enamorarte poco a poco: quizá en un primer momento entra por los ojos gracias a una factura impecable en la fotografía y la puesta en escena. Pero después sigue conquistándote con una trama que se complica a cada paso policial, aumentando el interés por esclarecer lo ocurrido y convirtiéndote en uno más de los investigadores que necesitan conocer la verdad.
El acertado reparto que hace creíble a cada personaje
Nerea Barros es la elegida para dar vida a una Elena Blanco que bebe de las grandes inspectoras de policía de la ficción. La protagonista podría haber heredado la frialdad de la agente Dana Scully (‘Expediente X’), la imposibilidad de separar su vida personal con la profesional de Catherine Cawood (‘Happy Valley’) y hasta la obsesión por su trabajo de Saga Noren (‘Bron/Broen’), entre otras.

Blanco es un personaje complejo, plagado de grises (más oscuros que claros) y sombras que una actriz debe lograr mostrar sin mostrarlos. Un trabajo que aprueba con creces la ganadora del Goya por ‘La isla mínima’.
Pero el resto del reparto no se queda atrás. Dejas de ver a Darío Grandinetti, Ignacio Montes, Mona Martínez, Lucía Martín Abello, Vicente Romero, Francesc Garrido, Moreno Borja, Zaira Romero y Oscar de la Fuente, por ejemplo, para disfrutar de cada uno de sus personajes, trabajados con sus peculiares perfiles. Tan suyos, que acabas adaptándoles en tu universo de ficción.
Una adaptación perfecta del libro a la pantalla
La serie está basada en la primera novela que inaugura la saga de Carmen Mola. Cabe recordar que la identidad de la autora se conoció tras ganar el último Premio Planeta, en octubre pasado. La escritora superventas resultó ser tres hombres: los novelistas y guionistas Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero.
Es importante este dato, porque el talentoso trío también ha participado en la escritura de los guiones, junto con Paco Cabezas que ha dirigido la adaptación. Un reto imponente al tener que pasar a la pantalla el fenómeno literario que ha supuesto la saga negra.
Y lo logran. Logran transformar el lenguaje del libro al audiovisual convirtiendo la imaginación del lector en imágenes crudas, cargadas de simbolismo, oscuras y violentas como requiere la historia. Logran también el ritmo perfecto en cada capítulo, haciendo crecer cada giro de la trama para acabarlo con un cliffhanger que haga necesario continuar viendo el siguiente episodio.

Logran hacer honor a la saga literaria creando en el espectador la necesidad de consultar el libro para descubrir cómo se cuenta allí, o la curiosidad del lector por ir a ver la obra audiovisual. Y dejar igual de satisfechos a los dos.
