La nueva película de Thor es un ejemplo perfecto de la importancia de tener un buen malo. Un malo oscuro, que actúa empujado por el dolor y la venganza, cuyos ojos y cicatrices demuestran el maltrato que ha sufrido y que lo ha convertido en el villano Gorr, el temido Carnicero de los Dioses. El actor Christian Bale es uno de los grandes motores de ‘Thor: Love and Thunder’. Calvo, con ojeras, bajo un aspecto de enfermo y en un mundo donde no existe el color, parece formar parte del más allá. Y por eso, su presencia despierta terror incluso entre los dioses. Al otro lado de la oscuridad, el humor. Las risas que siempre despiertan las ocurrencias de Thor, que, a pesar del paso de los miles de años, sigue hablando como antaño. Este equilibrio, entre la oscuridad y las alocadas aventuras del hijo de Odín es la clave de la nueva entrega del superhéroe. Y aún cabe en el montaje un elemento que va a ser decisivo: el drama.

Tenemos tres géneros en uno. El regreso de Natalie Portman (la prestigiosa científica Jane Foster) como la diosa Thor es imprescindible para que el montaje cobre sentido. Amenazada por una enfermedad, decide buscar remedio en el martillo de Thor y ahí encuentra lo que, en un principio, parece su cura. Tenemos una nueva heroína que va a luchar al lado de Chris Hemsworth, como si llevara toda la vida en ello, y que va a mirar de cara a la muerte. Y por supuesto, tenemos el ingrediente que impulsa la vida: el amor. El amor que todavía sienten el uno por el otro. La razón por la que muchos humanos se levantan cada día: para amar y recibir amor. De una pareja, de un hijo, de un padre… el amor. Ni siquiera los dioses se libran de él. Siempre hay alguien por el que luchar, por quien daríamos la vida.

Y aún tenemos un elemento más que juega un papel muy especial en esta nueva misión del Dios del Trueno: la música. Ochentera y con tintes de rock y heavy metal. Benditas las canciones que suenan en las batallas y que le dan épica a los momentos de mayor tensión. ‘Sweet Child O’ Mine’, de Guns N’ Roses, parece una canción creada para esta película. También resuenan en nuestras cabezas al salir del cine ‘Our Last Summer’, de Abba, ‘Welcome to The Jungle’, también de Guns N’ Roses, y ‘Rainbow in the Dark’, de Dio. A menudo no se le da la importancia que merece, pero una canción determinada en medio de una batalla puede ser una combinación ganadora, como en este caso. También destaca en esta ocasión el alto nivel del doblaje en castellano, con voces tan potentes en nuestra industria de dobladores como las de los actores principales. Así da gusto ver películas de superhéroes dobladas.

‘Thor: Love and Thunder’.

Dirigida por el actor y director Taika Waititi (creador de ‘Jojo Rabbit’), en esta cuarta entrega de Marvel tenemos una nueva heroína, una nueva aventura y personajes que nos van a ir entreteniendo en los distintos escenarios donde transcurre la acción. Especial mención aquí a las dos cabras que aparecen en el film y a sus hilarantes gritos. Nos van a recordar los famosos vídeos de estos animales que seguro hemos visto alguna vez en YouTube. No reírse con sus berridos es misión imposible. Del mismo modo que nos resulta sencillo reírnos con algunas de las expresiones y acciones de Thor. O con las escenas esperpénticas que protagoniza el máximo dios del Olimpo, Zeus, a quien vemos bajar de su trono dando saltitos. Un personaje que aparece ridiculizado y a quien encarna un irreconocible Russell Crowe. ‘Thor: Love and Thunder’ es, en definitiva, la suma de una serie de elementos que, a primera vista, parecen opuestos, pero que, justamente, nos hacen disfrutar del viaje. Nos lo pasamos bien. Nos reímos, nos sentimos amenazados por el malo y hasta lloramos en nombre del amor. El combo perfecto.

Bárbara Padilla
Bárbara Padilla. Colaboradora en la sección de Series de ‘La Vanguardia’. Redactora y Locutora de Informativos en RAC1. Periodista desde 2007 en el área de Barcelona. Aficionada al cine desde que tiene uso de razón y a las series desde el boom de Netflix.