La política de bloques inspiró multitud de series y películas sobre espías y servicios secretos. Y como el arte imita a la vida, ahora que parece volver la guerra fría y que se multiplican los movimientos desestabilizadores en el tablero global también vuelve con fuerza a la pequeña pantalla el género del espionaje. Estas son cinco de las series más potentes, estrenadas los últimos dos años, que explican cómo operan los personajes que se mueven a la sombra, influyendo en los acontecimientos. A veces salvando vidas; otras, condenándolas.

Slow Horses

Los caballos lentos de Slow Horses (Apple TV+) son los agentes que la han pifiado en algún momento de su carrera y son enviados por el servicio secreto a una caserón de mala muerte donde tienen que purgar sus pecados, haciendo trabajo irrelevante bajo las órdenes de un jefe tirano y alcohólico –sublime Gary Oldman– que los desprecia e insulta sistemáticamente. Y, aun así, este grupo de perdedores acaba implicado en la resolución del presunto secuestro supremacista –y amenaza de decapitación– de un joven musulmán. La serie, basada en los libros de Mick Herron, es una reivindicación de los espías sin glamur, de los que arrastran un poco los pies. Con las dosis justas de humor y de mala leche crítica, a lo largo de seis capítulos se acaba desnudando el cinismo del MI5 y denunciando las cosas que pueden llegar a hacer sus responsables de manera opaca, al servicio de egos personales.

Iosi, el espía arrepentido

En el año 1992, un atentado a la embajada de Israel en Argentina dejó un reguero de 29 muertos. Dos años después, 85 personas más murieron en un ataque a una asociación judía de Buenos Aires. El cineasta Daniel Burman explora la participación de una facción de los servicios secretos del país en aquellos acontecimientos. Iosi, el espía arrepentido (Amazon Prime) sigue la vida del agente que recogió información sobre las actividades de los judíos en Argentina, infiltrándose en la comunidad, y su proceso de distanciamiento y ocultamiento de quienes le encargaron el trabajo, una vez entendió por qué sirvió a todas las debilidades que había detectado como espía. Duro retrato del antisemitismo y la corrupción de las estructuras de estado, la serie ha puesto en el punto de mira al actor Gustavo Bassani por su sólida interpretación.

Furia

El ganador del Emmy Internacional Gjermund Stenberg Eriksen, por la serie Mammon, ataca de nuevo ahora con una serie donde las identidades secretas juegan un papel muy relevante. Asgeir es un policía que se refugia en un pueblecito perdido de Noruega, huyendo de la mafia rusa. Ragna hace años que se ha infiltrado en un grupo supremacista de esta aldea y corre el peligro de quedar expuesta. A partir de aquí, la acción bascula entre el idílico paisaje noruego y la ciudad de Berlín, para mostrar la amenaza de la extrema derecha en Europa. El que parecía un pequeño grupúsculo focalizado en un pueblo turístico acaba evidenciándose como una organización con muchas ramificaciones y con un plan inquietantemente detallado para acabar con los valores europeos que han imperado en las últimas décadas. Furia se puede seguir en Filmin.

Tehran

A pesar de que está rodada en Atenas, Tehran consigue ambientarse muy bien en la capital iraní, para mostrar una historia de espionaje moderno que juega con la intriga inherente al miedo permanente de ser descubierto. Tamar Rabinyan es una agente secreta, y hacker de formación, que se enfrenta a su primera misión, en la ciudad de Teherán. Trabaja para el Mossad y le han encargado que interfiera con la red eléctrica porque así Israel podrá bombardear una planta nuclear donde se sospecha que están trabajando para elaborar una bomba nuclear. El plan está estudiado al milímetro pero un pequeño encuentro fortuito desencadena un juego del gato y el ratón lleno de tensión. Como ya pasaba con Homeland, a pesar del origen israelí de la serie, la situación en Irán se aborda de manera no maniquea y se busca más señalar los intereses cruzados que dibujar un tablero donde es fácil trazar una línea que separa los buenos y los malos. De hecho, la protagonista había nacido en Teherán y a lo largo de la historia va reencontrándose con sus orígenes personales. Se encuentra en Apple TV+ y recientemente se ha estrenado la segunda temporada.

Queen Sono

Las series han ganado en diversidad en la última década y uno de los títulos que lo ejemplifica a la perfección es Queen Sono, una serie sudafricana protagonizada por una espía que se podría medir con James Bond mirándole a la cara: inteligente, seductora, experta luchadora y con un desprecio por las normas proverbial. La ambientación y la paleta de colores –mucho más cálida que los tonos glaciales con que se suele retratar la era de los espías rusos– hacen que Queen Sono (Netflix) destaque por su estética y las referencias a la cultura y la política africana. La protagonista es la hija de una activista asesinada veinticinco años atrás que investiga a un grupo terrorista al mismo tiempo que intenta hacer las paces con la muerte de su madre (y la decisión del gobierno corrupto de liberar al asesino). A partir de aquí, la diversidad de exteriores y las escenas de acción bien coreografiadas convierten a la serie en un buen entretenimiento, que se apoya más en la adrenalina que en la profundidad o el suspense.

Àlex Gutiérrez
Àlex Gutiérrez. Periodista especializado en medios de comunicación y audiovisual. Actualmente trabaja en el diario ARA, como jefe de la sección de Media y autor de la columna diaria ‘Pareu Màquines’, donde hace crítica de prensa. En la radio, colabora en ‘El Matí de Catalunya Ràdio’ y en el ‘Irradiador’, de iCatFM. También es profesor en la Universitat Pompeu Fabra. Su capacidad visionaria queda patente en una colección de unos cuantos miles de CDs, perfectamente inútiles en la era de la muerte de los soportes físicos.