La segunda y última temporada de la comedia negra producida por Globomedia, que se devora tan rápido como un blini, ya está disponible en Movistar+
Si ganarse el favor de la mafia rusa ya es difícil –a no ser que seas un excelente cocinero de blinis, como Franky (Luis Bermejo) –, salir de ella se antoja imposible. Esa carrera por la supervivencia es la que emprenden en la segunda y última temporada de ‘Nasdrovia’, ya disponible en Movistar+, Edurne (Leonor Watling) y Julián (Hugo Silva), que ahora trabajan como abogados en la organización criminal de Boris (Anton Yakovlev). En cierto modo, han vuelto a sus inicios; con la salvedad de que en este caso no están atrapados solo por sus monótonas vidas o la crisis de los 40, sino por una banda de sicarios aún más asfixiante. Sin embargo, mientras que Julián trata de sobrevivir complaciendo a la mafia, Edurne está desesperada, y solo quiere acabar con su nuevo jefe y ser libre. Pero no es la única.
En los seis nuevos episodios de esta comedia con acento ruso producida por Globomedia (The Mediapro Studio), que se devora casi tan rápido como una bandeja de blinis, a Boris, tan letal como femenino, se le acumulan los problemas y los enemigos. Para colmo, llega la COVID-19 y el primer estado de alarma, excusa para hacer comedia con el virus, el papel higiénico y hasta el 8M. ‘Dios, eres un guionista de mierda’, lamenta el personaje de Edurne, que sigue haciendo cómplice al espectador de sus desgracias con sus tragicómicos monólogos a cámara. Tanto Watling como Yakovlev -quien, por cierto, no habla español, sino que se aprende la fonética de los diálogos de memoria- brillan en su papel de enemigos íntimos.
De lo cotidiano a lo absurdo
Los guionistas Sergio Sarria, Luismi Pérez y Miguel Esteban, a los que se une esta temporada el director Marc Vigil, siguen apostando por esa mezcla de humor negro, bromas cotidianas y absurdas y situaciones extravagantes. De esto último hay sobradas muestras: encargos dobles de asesinato, fiestas y concursos a lo ‘Drag Race’ e intentos de asesinato que acaban en sangrientas chapuzas, por no destripar demasiado la trama. Sin olvidar el memorable rodaje de una película en casa de Boris, un episodio que es todo un homenaje, también visual, al cine y la televisión. Y en el que el propio Vigil hace un cameo como director. No se olvidan, por supuesto, de descubrir el ingrediente secreto de los famosos blinis de Franky.

En lo nuevo de ‘Nasdrovia’ -que se ha estrenado en un momento crítico, la misma semana que Rusia invadió Ucrania- incluso la estupenda banda sonora (en la que caben desde Mecano hasta Rocío Jurado, pasando por Raffaella Carrá) parece reírse de los desdichados personajes. El desenlace es apoteósico, con una tensión que se acerca más a una película de gánsteres que a una comedia negra. Y, aunque Movistar+ y Globomedia han anunciado que esto es el final, aún queda algún hilo del que se podría tirar para no despedir para siempre a estos personajes. La serie se despide, además, después de triunfar en el Festival de Luchon y en los Premios MiM Series. ‘Nasdrovia’ por ellos.
