Hay un momento en el que Jennifer Aniston mira el decorado que atravesó durante 10 temporadas y 236 episodios. “Todo me parece más pequeño, todo el escenario”, comenta Matt LeBlanc al entrar a una parte del set. “Eso es imposible, porque ninguno de nosotros ha crecido desde entonces”, dice Aniston. “Eh, habla por ti”, responde LeBlanc. La delicia del comentario es que lo dice quien precisamente más se ha engordado desde aquel 2004 en el que ‘Friends’ grabó su último episodio. ¿Es el intérprete quien habla? ¿Lo hace en boca suya o de su personaje, el flipado de buen corazón Joey? Lo que queda claro –en este especial que reúne ante las cámaras a los seis actores de la serie– es que LeBlanc es quien está más a gusto con su yo actual. Porque es difícil pasar por alto los retoques estéticos a los que se han sometido Aniston o, sobre todo, Courteney Cox, fruto de la presión de la industria. O el aire ausente de Matthew Perry/Chandler, quien confiesa cabizbajo haber sufrido ataques de ansiedad durante todos y cada uno de los capítulos, hecho que sus compañeros de casting admiten descubrir en aquel momento.

Y, a pesar de estos momentos incómodos, el especial de ‘Friends’ funciona. Son cien minutos para celebrar una serie que, extrañamente, ha resistido bastante el paso del tiempo como para hacer que una generación de postadolescentes la siga venerando a pesar de que el producto no pasaría los mínimos filtros de diversidad que se exigen hoy a una ficción. Seis chicos y chicas blancos, cis y heterosexuales: buena suerte a quien intente vender este proyecto en 2021.

Quizás para intentar redimirse, una de las secciones del programa recorre varios lugares del mundo donde fans explican por qué fue importante la serie. La mayoría de testimonios son de no caucásicos. Aparecen también una pareja de gays y una de lesbianas, validando el show. La serie, en realidad, no era más conservadora que el resto de compañeras de parrilla, y siempre es un peligro juzgar obras del pasado con los ojos –y los valores– del presente. Tanta justificación, a ratos, acaba haciendo muy evidente justo lo que intenta disimular.

La mejor manera de aproximarse a esta reunión es, sencillamente, sucumbiendo. Sí, ‘Friends’ era conservadora, blanca (en todos los sentidos) y acomodaticia. Pero también era un pedazo de comedia física y verbal que nunca pretendió arreglar el mundo, sino que ofrecía píldoras de veintidós minutos para evadirse de las tribulaciones mundanas. Y que se benefició de seis actores generosos. Uno de los fragmentos más interesantes es cuando los creadores explican el larguísimo proceso de casting. Pero el encaje que consiguieron entre las seis personalidades es verdaderamente la clave del éxito de la serie.

Lisa Kudrow y Lady Gaga interpretan “Smelly Cat”. Imagen: Terence Patrick

Así pues, los fans se reencuentran con personajes secundarios, como Günther o Janice, revisan cameos –¡Tom Selleck, Julia Roberts!– e incluso asisten a una curiosa revisión de Smelly Cat, con Phoebe acompañada de Lady Gaga y un coro de gospel. Desfilan unos cuántos fans ilustres de la serie, con testimonios de interés variable, y David Schwimmer ejerce de maestro de ceremonias en una partida de preguntas y respuestas sobre la serie que permite revisar algunos de los gags más celebrados de ‘Friends’.

Y es entonces cuando aparece, claro está, el romance. Entre 1994 y el 2004, el mundo seriéfilo vivió la tensión sexual no resuelta entre los personajes de Ross y Rachel. Durante la reunión, se plantea el interrogante obvio que todos los fans se hicieron en algún momento u otro: ¿todo este tonteo entre los personajes no hizo nunca que Schwimmer y Aniston se liaran? De nuevo, los fragmentos que supuran más verdad son los que elevan el programa más allá de la mera función promocional de un show cuyos derechos aún se venden por centenares de millones de dólares.

‘Friends: The Reunion’. Imagen: Terence Patrick.

Este especial tenía que servir como carta de presentación del servicio HBO Max, que se puso en marcha el año pasado en Estados Unidos y que próximamente se implementará en el resto del mundo. Pero la COVID lo hizo imposible. Aun así, el programa retiene la pátina de ser un acontecimiento televisivo histórico. James Corden conduce el asunto con la solvencia habitual y los actores –que al fin y al cabo solo se habían visto todos juntos en una ocasión después del final de la serie– cumplen con el formato y siguen generando aquella proximidad que da sentido al título de la serie. ‘Friends’, según los creadores, va de cuando los amigos son familia. Y, por lo tanto, con más o menos bótox o arrugas, son siempre bienvenidos a casa.

Àlex Gutiérrez
Àlex Gutiérrez. Periodista especializado en medios de comunicación y audiovisual. Actualmente trabaja en el diario ARA, como jefe de la sección de Media y autor de la columna diaria ‘Pareu Màquines’, donde hace crítica de prensa. En la radio, colabora en ‘El Matí de Catalunya Ràdio’ y en el ‘Irradiador’, de iCatFM. También es profesor en la Universitat Pompeu Fabra. Su capacidad visionaria queda patente en una colección de unos cuantos miles de CDs, perfectamente inútiles en la era de la muerte de los soportes físicos.