Dice el refrán que las comparaciones son odiosas. Pero la serie ‘Alba’ puede decir orgullosa que sale bastante bien parada de todas. Por un lado, porque esta producción de Boomerang TV y Atresmedia se inspira en ‘Fatmagül’, la primera telenovela turca que se emitió en España en 2018 y un fenómeno en todo el mundo. Por otro, porque la historia que cuenta comienza con una violación múltiple, lo que irremediablemente conecta con el caso de La Manada y otras tantas agresiones sexuales que con vergonzante asiduidad ocupan los informativos de nuestro país.

En lo que respecta a la ficción, Alba es una joven universitaria que después de su primer año estudiando en la capital vuelve por vacaciones a su pueblo, en la costa mediterránea. En su primera noche de vuelta decide salir de fiesta con una amiga. Y ya entonces la serie logra trasladar al espectador ese temor sutil a que les pase algo. Una sensación que realmente debería hacernos pensar, ¿por qué dos chicas ejerciendo su libertad deberían estar en peligro? Pero lo cierto es que, primero, varios chicos las acosan mientras bailan en una discoteca. Y después, otro grupo droga a Alba y, cuando vuelve sola a casa, la violan.

En un audiovisual plagado de agresiones sexuales innecesariamente gráficas, es de agradecer que ‘Alba’, estrenada el pasado 28 de marzo en Atresplayer Premium y próximamente en Antena 3, opte por centrarse en la experiencia de la joven. De este modo, la violación forma parte del metraje, pero no es un momento en el que la ficción se recree. Su verdadero objetivo es poner al público en el lugar de la joven no solo en este traumático momento, sino en todo el proceso que comienza después, y acompañarla mientras afronta su vida.

Desde el primer capítulo, ‘Alba’ retrata con tanta crudeza como acierto la indefensión a la que se ve sometida su protagonista al denunciar, pues aunque apenas recuerda nada, tiene que narrar una y otra vez a distintos profesionales qué ha pasado. Siendo ella la única víctima, se pone en duda su testimonio, se la interroga hasta la extenuación o se trata de culpabilizarla preguntando por su comportamiento o la ropa que llevaba.

Elena Rivera en ‘Alba’ (Atresmedia).

Todo este calvario continuará en el proceso judicial que la joven emprende para demostrar la verdad. Porque ‘Alba’ es, en realidad, un relato sobre el empoderamiento de esta superviviente de la violencia sexual y su búsqueda de justicia. Algo especialmente complicado, en esta ficción, cuando los agresores pertenecen a una pudiente familia con los recursos y la influencia para imponer su propio relato de lo sucedido.

Hasta aquí, ‘Alba’ sigue la premisa de la ‘Fatmagül’ original, que en su estreno en 2010 en Turquía fue un fenómeno tanto televisivo como social, pues animó a muchas mujeres a denunciar los abusos que habían sufrido y llevar a sus agresores a los tribunales como hace el personaje. Pero salva la distancia geográfica y social trasladando aquella historia a nuestra realidad y convirtiendo a su protagonista, interpretada por Elena Rivera (‘Cuéntame cómo pasó’, ‘Inés del alma mía’) en una joven independiente, valiente y, sobre todo, normal. Porque al evitar idealizarla expone los prejuicios machistas que todos tenemos interiorizados.

Jason Fernández, Pol Hermoso y Álvaro Rico en ‘Alba’. (Atresmedia).

Algunos ejemplos. ¿Por qué pensamos que una chica se está exponiendo al volver sola a casa de madrugada? ¿Por qué siempre hablamos de lo que hacía la víctima antes y después de una agresión en vez de poner el foco en los perpetradores? ¿Por qué algunos hombres, como los agresores de Alba, piensan que si una mujer no es capaz de dar una negativa clara, ya sea porque está inconsciente, drogada o aterrorizada, existe consentimiento?

El elemento melodramático, quizá lo menos creíble de la ficción, lo sirve la identidad de los agresores, ya que inexplicablemente tres de ellos son los mejores amigos de Bruno, el novio de Alba. Más allá de la historia de amor imposible que arranca a partir del suceso, lo que sí resulta interesante es que todos ellos se alejen del estereotipo del delincuente monstruoso. Ellos son jóvenes, guapos, ricos y, básicamente, lo tienen todo. Podrían ser los hijos, hermanos o amigos de cualquiera. Porque detrás de cada agresión hay un agresor. Y estos violadores forman parte de una sociedad a la que esta serie enfrenta a un incómodo espejo que, con suerte, nos hará reflexionar a todos.

Fátima Elidrissi
Fátima Elidrissi Feito. Periodista freelance. Doble licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, actualmente colabora con ‘El Mundo’ y ‘The Objective’. Sus pasiones son la televisión, el cine, la literatura y el teatro. Aunque sus intereses y su trabajo también la han llevado a escribir sobre comunicación y medios, música, tendencias y lo que se tercie.