El 7 de febrero HBO estrena ‘Vitals’, un retrato de historias íntimas en el corazón de un Hospital de Barcelona. Grabado durante los momentos más duros de la pandemia de la COVID-19, ‘Vitals’ explora los retos físicos y emocionales a los que se tuvieron que enfrentar pacientes y sanitarios. Su director, Fèlix Colomer, nos explica su experiencia al frente de esta producción de El Terrat (The Mediapro Studio).
Nos encontrábamos a mediados de marzo, con un confinamiento total y con las UCI llenas cuando un amigo médico me llama y me insiste: «Tienes que hacer un documental de lo que está pasando dentro de los hospitales». Le respondo que ojalá, pero que eso es imposible porque los hospitales son muy herméticos y están cerrados a cualquier cámara, periodista, etc.
Aun así, lo intento con el Hospital Taulí, el de mi ciudad, Sabadell (Barcelona). Y bingo. Aleix, un chico joven y con empuje, igual de motivado que yo, me abre las puertas del hospital.

El reto era complicado, ya que los primeros días tenía que explicarles a los 4.000 trabajadores del hospital quien era yo, aquel chico que se movía con una cámara por los pasillos de cada una de las plantas. Poco a poco, todo el mundo me conoce y voy intimando con muchos de ellos.
El primer día lo paso entero en la planta 9, una de las únicas donde en aquel momento había pacientes COVID. Al finalizar la jornada, me dirijo a dos de las auxiliares de enfermería de las que me he enamorado, Sandra y Noe. Les propongo que, a partir de ahora, las seguiré en su día a día tanto en el hospital como en su casa. Aceptan que las grabe cenando con sus hijos, que les pongamos un micrófono mientras están en el hospital y a que estemos bien cerca tanto en los momentos más bonitos (sí, los hay) como en los más complicados.

Y con este mismo procedimiento, poco a poco vamos sumando protagonistas al barco. En el caso de los pacientes es diferente. Entro en la habitación sin cámara y con la misma EPI que llevan los sanitarios. Me presento y les explico que estoy haciendo un documental y que me encantaría que formaran parte de él. Todos me dicen que sí, que esta historia se tiene que contar. Después hablo con las familias, a quienes también quiero grabar. Todas aceptan y eso nos permite seguir la historia desde los dos lados.
A partir de aquí, vivo muchísimas emociones de tristeza, rabia, alegría, nervios, etc. En solo dos meses conozco a mucha gente que está viviendo una situación límite, lo que me hace reflexionar mucho sobre la fragilidad de todo. Es vital vivir tan cerca del hospital, puesto que hago un horario de unas 10 horas al día encerrado allí. Eso sí, hago una pausa para ir a casa donde me desinfecto, como mientras hablo con mi pareja y hago una pequeña siesta para volver rápidamente volver hacia el Taulí.
Uno de los días que vivo con más frustración es el día que muere uno de los pacientes protagonistas. Es un choque emocional, ya que le vi llegar el primer día que estuvo en el hospital y estaba muy bien, tenía fuerzas, comía, etc. Poco a poco se fue apagando hasta hacerlo del todo. Dudo un poco, pero lo tengo claro: esta muerte también tiene que formar parte del documental. La COVID mata y no se tiene que esconder ni buscar eufemismos. La familia lo comparte más que nadie, puesto que son conscientes de la importancia y del valor que tendrá el testimonio de su padre/abuelo.

Como vamos sumando personas de todas partes (enfermos de la UCI, una médica MIR, una enfermera de quirófano que ahora está en la UCI, etc.), llega un punto en que no puedo abarcarlo todo y empieza a sumarse un segundo operador de cámara, con quien nos dividimos los pacientes y sanitarios. Además, también contamos con un sonidista, que nos ayuda a mejorar la calidad del sonido. También es en este momento donde la productora El Terrat se suma al proyecto para hacerlo más grande y comparte coproducción con Forest Film Studio. Paralelamente, el montador con quien siempre hago tándem va editando todo aquello que rodamos. Esto nos permite editar un teaser, que empezamos a mover por plataformas hasta que llega el día de la gran noticia: HBO quiere ‘Vitals’. Es uno de los días más bonitos profesionalmente que recuerdo. A pesar de haber recibido muchas propuestas que tienen la COVID como hilo conductor, ninguna es como la nuestra, dicen. Valoran dos puntos claves: la accesibilidad única al lugar donde se están desarrollando los acontecimientos, y el hecho de rodarlo en presente, es decir, que no se utilicen recursos fáciles como entrevistas o voces en off sino que vivimos las alegrías y angustias de los protagonistas en el mismo momento en que ellos las están viviendo.

Personalmente, estoy muy contento puesto que el resultado final me ha demostrado que, si tienes ganas y motivación, coges una cámara y le echas horas, los resultados acaban llegando.
Pero sobre todo estoy contento porque las historias de tantas personas invisibles durante la pandemia se darán a conocer y servirán de altavoz para todas aquellas otras que siguen siendo invisibles.
