Diego San José (Irún, 1978) es uno de los creadores de comedia más destacados del panorama actual. Inició su carrera escribiendo para programas de humor como «Vaya Semanita», «El Intermedio» o «Qué vida más triste» para posteriormente dar el salto al cine, donde ha realizado comedias de éxito como “Pagafantas” (2009), premio en el Festival de Málaga a Mejor Guion Novel, “No controles” (2011), el éxito de taquilla “8 apellidos vascos” (2014) y su secuela “8 apellidos catalanes” (2015), todas ellas coescritas junto a Borja Cobeaga. También ha estrenado «Tenemos que hablar» (2016), «Fe de etarras» (2017) y “Súperlopez” (2018), por la que fue nominado al Goya a Mejor Guion Adaptado. Sus últimos trabajos en televisión son “Vota Juan” (2019) y su secuela “Vamos Juan” (2020). Desde el año 2019 forma parte del equipo creativo de THE MEDIAPRO STUDIO y ejerce como docente en el Máster de Guion organizado por THE MEDIAPRO STUDIO y la UCM.

Si estás leyendo esto es que ha funcionado el viejo truco de exagerar un poco con el titular. O mucho. Exagerar del todo, más bien, porque no tengo ni idea de qué va a pasar con el 2021. Y eso es lo menos importante de este texto, porque voy a usar el 2021 para no hablar de él. O más o menos.

Cuando hace unas semanas me propusieron escribir algo sobre el panorama audiovisual que nos espera, acepté. En ese momento no tenía absolutamente nada que contar sobre el 2021, pero dije que sí convencido de que se me ocurriría más adelante. Error. Tuve demasiada fe en mí mismo. Ha pasado un mes y no tengo nada que contar.

Diego San José
Diego San José

O sí, porque buscar alguna previsión brillante sobre el 2021 ha servido para darme cuenta de dos cosas. Una, que no soy brillante. Y la más importante, que dedicamos demasiado tiempo a hablar sobre series. Acabamos de terminar un año que se ha recibido por parte de la prensa como un curso excepcional para la ficción española. Excepcionalmente bueno, digo, porque hasta ahora les habían parecido todos excepcionalmente malos. Tan maravilloso era 2020 que todas las semanas se estrenaba la mejor serie española de la historia. Incluso hubo semanas donde se estrenaron varias series españolas, siendo todas ellas la mejor de todos los tiempos. ¿Será el 2021 un año así? Pues no lo sé y creo que a los que escribimos no nos debería importar.

Un guionista no tiene que tratar de escribir la mejor serie de la historia sino la mejor serie de su historia. Cuando uno está atascado en su casa sin saber qué hacer con su escaleta, de nada sirve la percepción que tenga la prensa del momento que está viviendo la ficción española. Para cuando estrenes, estará viviendo otro momento diferente y tu serie será exactamente igual de buena (o de mala). Reflexionar sobre las tendencias seriéfilas para el 2021 me ha servido para darme cuenta de que un guionista puede escribir de espaldas a estos análisis o, si es más valiente que yo, contra ellos. Porque la única certeza que se puede concluir sobre las tendencias es que si las sigues es imposible llegar a ningún lugar interesante. Porque llegues a donde llegues, habrás llegado tarde. Para un guionista, una tendencia audiovisual es un GPS infalible para llegar a un edificio que ya no existe.

Fue Rafael Azcona el que dijo que los directores de cine español pasaban mucho tiempo mirando a otras películas y poco tiempo mirando a su alrededor. Con las series pasa un poco lo mismo, empezamos a dedicar demasiado tiempo a verlas todas y no nos queda casi espacio para dar con algún estímulo que llegue fuera de la televisión. Corremos el riesgo de escribir como espectadores y no como guionistas. Las series del 2021 no deberían surgir de éxito de las series del 2020, porque las series del curso pasado nos pueden haber sorprendido por su originalidad (unas más que otras) pero nunca tanto como la propia realidad del año que acaba de terminar. Las series que vengan deberían recoger todo eso tan extraño que nos está pasando porque pocas veces lo que nos rodea nos va a ofrecer mejores puntos de partida para poder contar algo que aún nadie había contado.