El tópico dice que el verano es, para las cadenas televisivas, una mezcla de laboratorio (donde probar formatos arriesgados) y un vertedero (donde enterrar pilotos fallidos y otras excrecencias del sistema). Pero hay unas cuantas honrosas excepciones a la norma: series que desafiaron su destino de obra efímera, programada solo como recurso para llegar a septiembre. Y, además, las plataformas en streaming descubrieron que una buena estrategia era aprovechar la menor competencia durante el interregno estival para lanzar algunos de sus productos más ambiciosos. En todo caso, lo que sigue es una lista de series estrenadas fuera de temporada que no tenían pretensión de pasar a la posteridad… pero lo hicieron.
Doctor en Alaska
Definir la magia de “Doctor en Alaska” es difícil: sus personajes son excéntricos, pero el humor es contenido, hay ternura pero también crítica, hay romance sin historias. Cuando la CBS estrenó los ocho primeros episodios en julio de 1990, seguro que no se esperaba acabar rodando 110 a lo largo de 5 años. La segunda temporada, de hecho, ya se ofreció dentro del curso, junto a series mucho más convencionales. Pero los habitantes de la ficticia Cicely ya se habían ganado ya se habían ganado el corazón del espectador.
Seinfeld
Solo cinco episodios, son los que tenía la primera temporada de “Senfield”, estrenada en julio de 1989, en la NBC. La segunda ya tuvo doce y las siete restantes superaron la veintena de capítulos. No está mal para una serie también inclasificable y que enorgullecía de no ir de nada en particular. En su punto más álgido, conseguía que cada semana más de 35 millones de americanos se conectasen a las digresiones incongruentes de Jerry, Elaine, Cosmo y George.

Melrose Place
La primera temporada de “Melrose Place”, estrenada en julio de 1992, fue masacrada por los críticos. Las historias autoconclusivas de cada episodio, centradas en los vecinos de un bloque de apartamentos en un barrio de West Hollywood de Los Angeles no acababan de funcionar. Pero los personajes, sí. De manera que, de cara a la segunda temporada, los creadores la hicieron evolucionar hasta convertirla en un culebrón canónico, con tramas que se alargaban durante semanas, y situaciones truculentas, como corresponde al género. El resto es historia de la televisión… y algunos spin-offs.
Oz
HBO probó que el verano jugase a su favor con “Dream On”, la primera serie propia que produjo, hoy olvidada. No fue hasta el año 1997, con “Oz”, que la estrategia funcionó. Aquella serie sobre una unidad carcelaria experimental era diferente a todo lo que se había visto antes y la marca –entonces un canal Premium de cable exclusivamente– comenzó a cimentar su fama de transgresora y adulta. Series como “The Wire” y “A dos metros bajo tierra” seguirían la misma estrategia y se acabarían convirtiendo en un emblema de HBO.
Mad Men
También AMC esperó a la soledad de un mes de julio para estrenar una serie lenta, de época, que se entretenía en los detalles y no presentaba ningún actor especialmente conocido. Pero esta producción suicida era “Mad Men”, detrás estaba el genio obsesivo de Matthew Weiner y el público se quedó cautivado por la recreación estilosa de los años 50 que se hacía, por el comentario social que incluía, por cómo transmitía la vibración de una agencia de publicidad en el momento dorado de los medios… por el ultramagnético Jon Hamm, claro, sin desmerecer a todo un elenco de actores memorables.

Louie
Una de las mejores comedias de los últimos tiempos comenzó por la puerta pequeña…y marchó por un ventanuco todavía más minúsculo. Louis C.K. estrenaba “Louie” en el canal FX y sorprendía con esta autoficción destructiva que miraba de cara temas como la soledad, la depresión o el fracaso, al mismo tiempo que llenaba esta neurosis de situaciones delirantes. En cinco temporada, se convirtió en el más celebrado discípulo de Woody Allen, hasta que un escándalo sexual –masturbarse ante mujeres que no habían mostrado consentimiento- envió a este título a uno de los limbos de los que ninguna plataforma ha osado retirar.
Stranger Things
Habrá sido una de las series reclamo de Netflix, y una de las que más merchandising ha generado. Pero “Stranger Things” comenzó como un entretenimiento de verano con revival ochentero también en series como “The Americans”, “Deutchsland 83” o “Halt & Catch Fire”. Se trataba de poner al día los Goonies: una pandilla de niños inadaptados, un misterio lleno de amenazas adultas y una visión nostálgica de las aventuras estivales. La serie conseguía transportar al espectador unas décadas atrás y forma parte ya de la cultura popular.
Euphoria
Esta serie llegaba con un reclamo inequívoco para el público adolescente: suponía el primer papel plenamente adulto –y controvertido– para la estrella Disney Zendaya. Pero el poder visual de esta creación de Sam Levinson, el retrato sin tabús de los problemas más crudos de la generación Z y una actriz en estado de gracia perfectamente acompañada por los secundarios hizo que la serie cautivase a mucho más público y se convirtiese en una de las citas obligadas del credo seriéfilo de 2019. Se prepara, por cierto, segunda temporada.
The Boys
Otra sorpresa del verano de 2019 que dio el salto intergeneracional fue esta serie de superhéroes, creada a partir del cómic homónimo de Garth Ennis y Darick Robertson. Aunque Amazon no da datos de audiencias de sus series, una de las exejecutivas de la plataforma admitió que había sobrepasado todas las expectativas y que se había convertido en una de las series propias de más éxito. Un estudio posterior de Nielsen certificaría que 8 millones de personas vieron esta ficción sobre un grupo de personas que forma una patrulla para luchar contra los superhéroes que se han acabado corrompiendo por culpa de su poder.

“Avatar: The Last Airbender”
A veces, el verano es también un trampolín inesperado para series antiguas. “Avatar: The Last Airbender” se estrenó en el canal Nickleodeon a finales de la segunda presidencia de George W. Bush. Pero no fue hasta que llegó a Netflix, el pasado mes de mayo, que esta serie animada –sobre un avatar que se propone devolver el equilibrio a un mundo dañado por la guerra- se convirtió en un fenómeno en Estados Unidos. El primer síntoma se mostró ya la primera semana, cuando se convirtió en la más popular del ranking, según Netflix. Y estuvo todo un mes, un hito que hasta series pensadas para marcar toda la temporada no consiguen a menudo.
