El 18 de junio, Movistar+ estrena la tercera y última temporada de “Mira lo que has hecho”, la exitosa serie creada por Berto Romero y producida por El Terrat (The Mediapro Studio). Hablamos con Romero (Cardona, 1974) de esta comedia sobre el amor, la paternidad, la familia, los niños y la televisión, el trabajo del cómico y el hecho, inevitable, de crecer y hacerse mayor. Una autoficción libremente inspirada en vivencias personales y prestadas, en la que su autor, ya en esta recta final, no tiene miedo a entrar en terrenos espinosos, e incluso reflexiona sobre los límites del humor, los desmanes de la sociedad capitalista y la muerte. Ojo: el desenlace de las aventuras cotidianas de Berto, Sandra y sus tres hijos viene cargado de risas… y alguna lágrima.

¿Estaba decidido, desde el principio, que habría únicamente tres temporadas de “Mira lo que has hecho”?

Que serían solo tres temporadas no es algo que tuviéramos claro desde el minuto 1 de comenzar este proyecto. Fue a partir de la segunda temporada cuando nos dimos cuenta de que la historia se acababa y que, en la tercera, la remataríamos.

¿Y que la rematarían con temas que no hubiesen aparecido en las dos temporadas anteriores?

Sí, ahora se habla, sobre todo, de la llegada de la madurez a los personajes que interpretamos Eva Ugarte y yo. La serie ha descrito nuestro viaje hasta ocupar el lugar de nuestros padres. Las dos primeras temporadas estaban más centradas en los temas cotidianos de los niños: que si hacen caca, que si tienen hambre, que si la escuela… Ahora, en estos nuevos y últimos capítulos, se tocan cuestiones más serias, como enfrentarse a la opinión pública. Sin dejar de ser una serie cómica, ligera.

Como en sus anteriores entregas, “Mira lo que has hecho 3” sigue apostando por excelentes actores cómicos. Algunos de ellos, no muy populares hasta su llegada a una serie que, seguro, marcará un antes y un después en sus carreras. Y no solo esto, sino que ahora vais y ficháis a Clara Segura, en un papel muy antipático y arisco, por cierto.

Sí, el personaje de Clara es la encarnación del capitalismo desenfrenado, del neoliberalismo salvaje, envuelto de una manera simpática y agradable. Además, al principio, ellos no la ven venir, y eso la hace aún más villana. Si llegase vestida de Darth Vader… ¡tendrían enseguida claro que es mala! Pero no es así. El hecho de tener a Clara Segura, aunque yo apenas coincida con ella en escena, ha sido un gran regalo. Trabajar con Clara es maravilloso.

“Mira lo que has hecho”

En esta última temporada, ¿te eriges, a través de tu personaje, en el portavoz de los cómicos que han tenido dificultades para ejercer su oficio con libertad y han sido censurados?

Sí y no. Con la serie nunca hemos querido dar lecciones de nada. Esto me recuerda que, cuando estrenamos la primera temporada, los periodistas me preguntaban si pretendíamos dar lecciones sobre la paternidad. Yo contestaba que no, claro. ¿Y qué ha ocurrido ahora? Pues que quería acabar hablando de la comedia y los cómicos. ¡Y reivindicar a los cómicos y los monologuistas! Yo soy un comediante y, afortunadamente, no he sufrido el linchamiento que han tenido otros compañeros. Con el chiste sobre Hitler, me pongo en su piel y me imagino qué me pasaría a mí. Nunca he participado en ningún debate sobre los límites del humor. Cuando se ataca a un cómico por lo que ha dicho, mi posición es la de estupor. No entiendo nada. Y considero que hay un clima de histeria colectiva promovido por los medios de comunicación y las redes sociales.  

El cuarto capítulo es una rareza dentro de esta temporada: de repente, se produce un viaje a la infancia y la juventud de los dos protagonistas. Aparece un circo y se apuesta por la comedia romántica. Una apuesta muy arriesgada por tu parte y de los otros dos guionistas, Enric Pardo y Rafel Barceló.

El cuarto capítulo de cada temporada siempre ha sido especial. Tiene su propio ecosistema y su propio universo. Además, como esta es una temporada donde se habla mucho de los miedos y es más oscura que las dos anteriores, nos apetecía incluir un episodio donde todo fuera luz. Esa parte del circo, que nos hemos inventado y que no me pasó realmente a mí, me gusta mucho, como el resto del capítulo.

“Mira lo que has hecho”

Además de hablar del miedo a que te entren a robar en casa o a ser juzgado por culpa de un chiste, también se trata, y con mucha ternura, el mundo de los ancianos. Y se hace a través de tu madre, que interpreta Carmen Esteban.

Hacerse mayor, con todo lo que ello comporta, es muy jodido, y no queríamos revolcarnos en ello. La serie mira de cara a la vejez, pero sin hacer pupa, sin recrearse, como un problema más en la vida de la pareja y su familia.  

Pero tú sabes que los espectadores van a llorar con tu madre. Una pregunta que hago a todos los cómicos: ¿cuándo descubriste que tenías gracia, que tenías facilidad para el humor?

Pues cuando, de pequeño, hice un chiste involuntario en una tienda de alimentación de mi pueblo, en Cardona. Mi madre pidió que le cortasen el queso muy fino. A mí me pareció que lo estaban cortando demasiado fino, y dije: “El queso, fino. No rallado”. ¡Y la gente se puso a reír! Yo no era el típico niño que hacía bromas, pero sí sabía que tenía este superpoder, y me lo guardaba para ocasiones concretas.

“Mira lo que has hecho”

Detrás de las cámaras de “Mira lo que has hecho” está Javier Ruiz Caldera, con quien ya trabajaste en películas como “Spanish movie” (2009), “3 bodas de más” (2013), “Anacleto: Agente secreto” (2015) y “Superlópez” (2018). ¿Se nota cuando el director es un especialista en comedias?

Sí, que el director esté acostumbrado a rodar comedias es un descanso. Javier le saca punta a todo, e inmediatamente te dice si una escena tiene gracia o no.

¿Por qué crees tú que los actores no ganan Oscars cuando hacen personajes cómicos?

¡Porque los perderían o los venderían!

Escoge: de haber podido trabajar con tres de los grandes cómicos de la historia del cine español, José Luis López Vázquez, Alfredo Landa y Paco Martínez Soria, ¿con cuál te quedarías?

Creo que con Alfredo Landa. Me hubiera encantado.

Una última reflexión extraída de un diálogo de la serie: la salud del alma. ¿Reír y el humor son buenos para la salud del alma?

Indiscutiblemente. Es un síntoma de salud. La ausencia de humor es un signo de que el alma está podrida.

Pere Vall es periodista cultural y del mundo de la farándula en general, especializado en cine. Colabora en Time Out, Ara, RNE y Catalunya Ràdio, y fue redactor jefe en Barcelona de la revista Fotogramas durante más de 20 años. Fanático de Fellini, de las películas de terror buenas, regulares y malas, y del humor y la comedia en general. De pequeño quería parecerse a Alain Delon, y ha acabado con una cierta semejanza a Chicho Ibáñez Serrador. No se queja de ello.