Luis San Narciso (Mieres, 1959), director artístico de THE MEDIAPRO STUDIO, recibirá el 22 de octubre la Espiga de Oro de Honor de la 64 Semana Internacional de Cine de Valladolid.

Comenzó en el cine en 1999 con “Cuando vuelvas a mi lado”, de Gracia Querejeta, ha participado en 27 series y una treintena de películas, es director de casting de Globomedia, ha trabajado con realizadores como Pedro Almodóvar o Alejandro Amenábar y ha sido el descubridor de muchas estrellas. Acaba de finalizar el rodaje del último film de Woody Allen, con el título provisional de “Rifkin’s Festival”.


“Estoy a favor del rigor, el estudio y la preparación”

Luis San Narciso

¿Ya has pensado qué dirás al recoger el premio?

Voy a ser muy conciso, porque soy un tipo tímido y me cuesta mucho la exposición pública.

¿Cómo describirías el trabajo del director de casting?

Yo lo asemejo mucho a cuando lees una novela y le pones cara a los personajes. Es un trabajo parecido a soñar. Tienes que sorprender al espectador y darle la vuelta a las cosas.

Los Lunes al sol

¿Es más difícil un casting de una comedia que de un drama?

Poner caras a un guion de comedia es complicadísimo. Y, además, no todos nuestros artistas son como Carmen Machi, que hace el drama muy bien, y la comedia excelentemente. Carmen es nuestra Meryl Streep.

Mar adentro

Cuando sugeriste el nombre de Belén Rueda para “Mar adentro” (2004), supongo que no todo el mundo lo aceptó a la primera. ¿Qué viste tú en ella?

Quería una mujer agradable y que tuviera verdad al hablar, y se me pasó por la cabeza Belén. Amenábar me miró y me dijo: “Vamos a probar”. ¡El resto de la industria estaba espeluznada!

¿Eres un director de casting de primera impresión o puedes cambiar de opinión?

¡Cambio muchísimo de opinión! Los guiones hay que leerlos muy a fondo y consultar tus listados de actores y actrices. A veces lo tengo claro enseguida, y en otras ocasiones hago pruebas y más pruebas. Y es fundamental tener al director al lado y que te explique qué quiere exactamente.

Aida

Si un youtuber o una influencer dice que quiere dedicarse a la interpretación, ¿eres de los que se horrorizan?, ¿o tú respondes: por qué no?

No lo descarto. Esta es una profesión abierta a cualquier persona que sepa transmitir emociones. Lo que sí recomiendo es que la gente se prepare, que se formen como actores. Antes tenían una escuela insuperable que era la escuela de las dos funciones teatrales diarias, y de ahí salieron los hermanos Gutiérrez Caba o Amparo Baró. Yo estoy a favor del rigor, el estudio y la preparación.

Un cineasta como Pedro Almodóvar, que parece tener tan claros sus repartos, ¿acepta sugerencias?

Los directores inteligentes siempre aceptan sugerencias. Algunos realizadores van mucho al teatro y están muy formados y, en cambio, otros están muy despistados. A Carmen Machi la vi en el teatro, y a Blanca Portillo también.

Vis a Vis

Con una carrera como la tuya es complicado, e injusto, escoger, pero elige cinco repartos de los que te sientas especialmente orgulloso.

Entre las películas, “Mar adentro”, “Los lunes al sol”, de Fernando León de Aranoa, y “Volver”, de Almodóvar. De series, me quedo con “Aída” y “Vis a vis”.

Por cierto, ¿le darías un papel en el cine a Rosalía? Un personaje más largo que el que tiene en la última de Almodóvar, “Dolor y gloria”.

A Rosalía tendría que hacerle una prueba, pero, de entrada, ya es una mujer que transmite emoción y me parece una artista muy interesante.

¿Algún mensaje final para la industria?

Sí. Desde el sitio que ocupo en la industria, me gustaría sugerir que se cuidara y potenciara la conexión de los actores con el director y el productor. Y también que las pruebas a los actores y actrices se hagan de la mejor manera posible.


Pere Vall es periodista cultural y del mundo de la farándula en general, especializado en cine.
Colabora en Time Out, Ara, RNE y Catalunya Ràdio, y fue redactor jefe en Barcelona de la revista Fotogramas durante más de 20 años.
Fanático de Fellini, de las películas de terror buenas, regulares y malas, y del humor y la comedia en general.
De pequeño, quería parecerse a Alain Delon, y ha acabado con una cierta semejanza a Chicho Ibáñez Serrador. No se queja de ello.